Cirugía de quemaduras

La cirugía de quemaduras es un campo extremadamente amplio de la cirugía plástica que tiende a abordar la gran variedad de lesiones causadas por las quemaduras.

Las quemaduras, cualquiera que sea su causa (llamas, agua hirviendo, ácido, etc.) siempre provocan una destrucción más o menos importante de las capas celulares de la piel.
Si las capacidades naturales de regeneración de la piel se ven afectadas, hablamos de una quemadura profunda que provoca sistemáticamente secuelas.
En efecto, el organismo reaccionará a la destrucción del tejido cutáneo creando cicatrices retráctiles que intentarán colmar esta "falta de piel".
El objetivo de la cirugía reparadora de quemaduras es, por tanto, proporcionar una piel de buena calidad.
Para ello, existen varios métodos.

Injerto de piel :

Puede ser de espesor total (injerto de piel total) o parcial (injerto de piel fina). Esta técnica es especialmente útil en la cara y la mano para restaurar pequeñas zonas anatómicas superficiales (nariz, párpados, dedo...).

Jirones :

Se corta piel vascularizada de la zona quemada y se transpone sobre la cicatriz de la quemadura para liberar los colgajos de retracción.
Esta técnica está limitada por la cantidad de piel disponible en la zona donante del colgajo.

Expansión de la piel :

Para evitar el problema de la zona donante, se coloca un globo de silicona bajo la piel. Se llenará progresivamente de suero salino mediante una válvula situada a distancia. Esto distenderá la piel que se utilizará como colgajo o como zona donante para un injerto de piel.
Esta técnica ha revolucionado el tratamiento de las quemaduras.

Dermis artificial :

Cuando hay que tratar zonas muy extensas, se puede utilizar dermis artificial (Integra®) para sustituir el tejido subcutáneo. Una primera intervención la coloca en la zona cicatrizada, y una segunda, 21 días después, cubre esta dermis con un injerto de piel ultrafino.
Esta técnica está limitada por su coste y por sus resultados estéticos, a veces decepcionantes.

Una vez tratada la falta de piel, hay que mejorar las cualidades tróficas y estéticas del tejido reconstruido.
Para ello, son útiles 2 técnicas quirúrgicas:

La cirugía de las secuelas de las quemaduras sólo debe considerarse, con algunas excepciones (quemaduras de párpados, quemaduras de manos), después del tratamiento inicial, que la mayoría de las veces incluye injertos de piel fina o total.
La fisioterapia y la presoterapia son esenciales para suavizar las zonas cicatrizadas.
Sólo cuando la cicatriz se ha estabilizado puede plantearse la cirugía.
La cirugía suele realizarse bajo anestesia general en un hospital convencional.
Los cuidados postoperatorios pueden ser prolongados y exigen el máximo cumplimiento por parte del paciente.