Reconstrucción de areolas y pezones

La reconstrucción de la areola y el pezón es uno de los pasos más importantes de la reconstrucción mamaria. Su técnica quirúrgica debe ser rigurosa para obtener un resultado lo más natural posible. En la mayoría de los casos, utilizamos la técnica del colgajo de patín. Consiste en dibujar 2 medias areolas, un lado de las cuales contendrá el futuro pezón. A continuación, las dos mitades de la areola se juntan hacia el centro y el orificio que queda en la periferia se rellena con un bloque redondo. Al final de la intervención, se restablecen la forma, el volumen y el relieve de la areola y el pezón. Sólo falta el color y se realizará un tatuaje de ambas areolas 1 mes después de la intervención.En raros casos, no se puede utilizar la técnica del colgajo de patín. En raros casos, no se puede utilizar la técnica del colgajo de patín y utilizamos un injerto de piel tomado de la raíz del muslo. A veces, el pezón reconstruido es demasiado pequeño mientras que el pezón sano es realmente grande. En este caso, injertamos la mitad del pezón contralateral sano.

Todas las intervenciones de reconstrucción de la areola y el pezón se realizan en régimen ambulatorio. Según los casos, se realizan bajo anestesia local con sedación (neurolipectomía) o bajo anestesia general. Es necesaria una consulta preanestésica 48 horas antes de la intervención. El tatuaje de la areola puede realizarse en consulta con anestesia local o en quirófano. La técnica de la raya plana no es dolorosa y requiere cuidados postoperatorios sencillos. No requiere baja laboral. En el caso del injerto de piel, la intervención es algo más dolorosa y los cuidados postoperatorios requieren que deje de trabajar de 5 a 7 días.

Llevamos 4 años utilizando la técnica skate-flat, que ha revolucionado nuestras reconstrucciones de areolas. Evita todos los inconvenientes del injerto de piel (cicatrices antiestéticas y a veces dolorosas en la raíz del muslo, crecimiento de vello en la areola y necesidad de depilación eléctrica). Lo utilizamos casi sistemáticamente, salvo en casos excepcionales en los que la piel de la mama reconstruida es realmente demasiado fina.